Hola a tod@s
Desde que abrí el blog, mi vida ha dado un giro de 360º, como supongo que la de la mayoría de personas que se han lanzado a esta "loca aventura". En este tiempo he descubierto tantísimas recetas nuevas de las que no había oído hablar en mi vida, tantos ingredientes que desconocía y tantas técnicas, que estoy enganchadísima a este universo culinario que he conocido.
Mi nuevo hobbie ocupa gran parte de mi tiempo libre y no sólo el que se ve cada vez que publico una receta, si no el tiempo que me paso pensando en que voy a preparar, el tiempo de preparación, la de veces que voy caminando por la calle y me fijo en los escaparates para ver si hay algo que me pueda interesar, en fin, nada que no sepáis los que como yo, os habéis embarcado en este mundo.
De vez en cuando, aunque las menos veces, he recibido correos o comentarios (sobre todo en el canal de youtube), criticando mi labor, echando por tierra mis recetas o "exigiéndome" una contestación rápida a las dudas que se plantean.
Evidentemente, casi todas las personas que como yo, dedicamos nuestro tiempo libre a esta labor, no somos profesionales, no cobramos un sueldo por esto ni creo que salvo contadas excepciones, podamos vivir de lo que colgamos en la red.
Uno debe de saber encajarlo todo, tanto las alabanzas, que a todos nos encantan, como las críticas, pero yo creo que las personas que critican mi trabajo y el de otros compañeros blogueros, deberían de ser cuando menos Educadas y pensar que esto no deja de ser un hobbie para nosotros, que lo hacemos lo mejor que sabemos y que no estamos 24 horas al día frente al ordenador, esperando que alguien nos mande una consulta.
Después de este momento desahogo vamos con el post de hoyA principios de noviembre del 2011, dos amigas blogueras a las que quiero mucho, lanzaron un concurso en su blog, ellas no son otras que Marta y Cris y su fantástico blog La cocina de las Pinuinas. La temática eran los cup cakes, las magdalenas decoradas que con un nombre americano, están entrando con fuerza en nuestras vidas. No dudé ni un segundo en presentarme a su concurso y les envié mis cup cakes de Tiramisú.
Tremenda fue mi sorpresa el día que anunciaron a la ganadora, había ganado mi primer concurso y os enseño el precioso libro que me enviaron
Les prometí hacer una entrada para enseñarlo y aquí la tenéis. He tardado un poquito en ponerme con ello, pero es que creerme cuando os digo, que no doy abasto, que los días se me pasan sin pena ni gloria, los días, las semanas y los meses van pasando y yo no tengo tiempo a sacar todo lo que tengo en mi cabeza.
He de deciros que el libro es una maravilla. Es de la archi conocida Marcela Capó y está fenomenalmente estructurado e ilustrado. Tiene unos fantásticos paso a paso, recetas básicas, técnicas de decoración y una serie de propuestas para fechas señaladas.
Mi idea inicial era preparar otros cupcakes que me enamoraron desde el principio, pero ya estaba demorando demasiado esta entrada, así que ayer me puse con estos cup cakes de zanahoria, para agradecer a las Pinuinas su regalo. Chicas, os prometo que en cuanto pueda, veréis más cositas del libro.
Me decidí por probar las magdalenas de zanahoria porque era una de esas recetas que llevan en "pendientes" hace mucho tiempo y la verdad, es que no me han defraudado, tienen un sabor delicioso y aunque el aporte de calorías es considerable, son una buena forma de comer zanahorias.
No se si es por el sabor al azúcar moreno, el aroma de la canela o por la textura esponjosa, pero en mi casa las han definido como ¡Absolutamente deliciosas!.
Vamos con la receta, que hoy parece que me han dado cuerda. Os la copió tal cual viene en el libro y os recomiendo que la pongáis en práctica.
Como adorno o "frosting" he utilizado una crema de queso mascarpone que le viene fenomenal. Las zanahorias están realizadas con un poco de fondant.
Ingredientes (para 12 cup cakes)
- 250 g de harina de trigo con levadura ( si no tenéis, se puede sustituir por harina normal y medio sobre de levadura).
- 1 cucharada de bicarbonato sódico
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada de canela en polvo
- 250 g de zanahorias ralladas
- 170 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 250 g de azúcar moreno
- 3 huevos grandes
- Ralladura de una naranja
Para el frosting
Preparación
Tamizamos con ayuda de un colador la harina junto con el bicarbonato sódico, la sal y la canela. En caso de utilizar harina normal, tamizamos también la levadura en polvo.
Con ayuda de unas varillas, batimos la mantequilla junto con el azúcar, hasta obtener una crema. Esta labor puede llevar unos minutos y aunque al principio parece que se nos forman migas, con el tiempo y la paciencia, se acaba consiguiendo una crema.
Incorporamos los huevos de uno en uno, no añadimos el siguiente, hasta que el anterior esté perfectamente integrado.
Mezclamos la ralladura de zanahorias y la de naranja y lo incorporamos a los ingredientes secos (harina, bicarbonato, canela y sal).
Poco a poco vamos incorporando la mezcla de secos a la batida de mantequilla, con ayuda de una cuchara o de una lengua, hasta que terminemos con toda la mezcla.
Vamos rellenando nuestras cápsulas de magdalenas, apróximadamente 3/4 partes de su capacidad.Lo introducimos en el horno, precalentado a 180º, durante 25 minutos.
Cuando estén listas, las sacamos del horno y las dejamos enfriar. Mientras tanto, vamos preparando el frosting de mascarpone.
En un bol, batimos el mascarpone con el azúcar glas, hasta obtener una crema ligera. Por otro lado, montamos la nata y la incorporamos a la crema de mascarpone.
Para finalizar y cuando las magdalenas estén completamente frías, ponemos el frosting en una manga pastelera con la boquilla que más nos guste,en mi caso he utilizado la 1B de Wilton y ya las tenemos listas para servir.